jueves, 17 de abril de 2014

El 'big bang' de la religión

Las procesiones de Semana Santa son una de las manifestaciones religiosas que más llaman la atención de los antropólogos por la intensidad emocional manifestada en público y los sentimientos colectivos que en ellas afloran. Pero vayamos atrás varios miles de años para aprender un poco sobre ellas. 











A pesar de que las grandes religiones que existen en la actualidad nacieron todas en un periodo de la Historia muy concreto no muy lejano para los millones de años de nuestra espcie, algunos científicos rastrean sus verdaderas raíces no en Adán y Eva, sino en el mismísimo origen o 'Big Bang' del 'Homo sapiens', ya que las creencias son un fenómeno universal.
Las religiones son un excelente pegamento social. Para las primeras bandas de cazadores-recolectores es fácil imaginarse las funciones que cumplieron aquellos primeros sistemas de creencias a la hora de adaptarse y sobrevivir. Las ceremonias son muy útiles para resolver riñas y conflictos que pueden darse en el seno de las sociedades. De ahí seguramente que casi todas las celebraciones de este tipo incluyen algún momento similar al tradicional "darse la paz" de las misas católicas. Las celebraciones han sido usadas como métodos de resolución de conflictos por diversas sociedades del mundo. El biólogo David Wilson cree que el hecho de que el altruismo fuera una de las claves del éxito de nuestra especie frente a otras que compartieron territorio con nosotros, habría beneficiado el desarrollo de comportamientos prosociales como la generosidad y la religión. 
Los antropólogos creemos que las religiones también sirven de gobierno invisible cuando las poblaciones son muy reducidas como para desarrollar jefaturas o estados propios, los cuales requieren profesionales dedicados en exclusiva a la administración. En las bandas, las religiones generaban lazos entre las personas que las animaban a anteponer a la comunidad a los intereses individuales, llegando a dar tu vida en caso de un ataque extranjero. Una vez implantada la agricultura, la religión organizaba las labores necesarias para su desarrollo. Por eso son típicos los festivales que coinciden con épocas de cosecha y siembra. 
Al estar en ventaja, estos grupos reforzados por sistemas de creencias compartidos habrían prevalecido frente a los que no. Desde la Teoría de Selección Natural, esto significa que los primeros habrían pasado sus genes a la siguientes generaciones y los segundos no. Por esta razón, algunos científicos buscan el gen de la religión. De acuerdo a esta hipótesis, la religión está insertada en nuestro circuito neuronal desde hace miles de años y venimos al mundo con una predisposición a abrazarlas.
Sin entrar en el debate de la existencia de Dios y las prácticas concretas de algunas religiones, lo cierto es que se han evocado mucho sus defectos pero poco las virtudes que ha tenido en la adaptación de nuestra especie, como es el caso de su efecto pacificador y cohesionador en algunos periodos de la Historia. 

La vida vuelve al volcán submarino de El Hierro

Las erupciones volcánicas que tuvieron lugar al sur de La Restringa, en la Isla de El Hierro, desde octubre de 2011 hasta marzo de 2012 acabaron con gran cantidad de la flora y la fauna del Mar de las Calmas, una de las reservas marinas de la zona.
La cantidad de materiales que procedían del manto, el calor y el CO2 fueron los responsables de esta pérdida. Hasta ahora, los investigadores tenían datos físicos, químicos y biológicos sobre el terreno que apuntaban a que éste se había recolonizado rápidamente. Y gracias a unas nuevas grabaciones en alta resolución, han podido confirmar que la vida ha vuelto al volcán submarino.
La herramienta utilizada para esta expedición se llama Liropus 2000. Se trata de un vehículo submarino no tripulado que puede llegar hasta los 2.000 metros de profundidad. Pero no ha sido necesario bajar tantos metros ya que desde los 80 metros bajo el nivel del mar (justo en la cima del volcán) hasta los 350m (la base del volcán), esta máquina ha captado impresionantes imágenes del ecosistema marino donde han llegado a surgir nuevas generaciones de peces y crustáceos e incluso fondo cubiertos de diversos colores, que van desde los anaranjados hasta los negros, producidos por la salida y deposición de los compuestos que escupió el cráter.
Uno de los coordinadores del proyecto, Eugenio Fraile, del Centro Oceanográfico de Canarias, cuenta a EL MUNDO que no esperaba encontrar tanta biodiversidad teniendo el cuenta el poco tiempo que ha transcurrido. .
"Nuestros análisis de la columna de agua nos confirmaban la completa recuperación del primer eslabón trófico de la cadena alimentaria, el fitoplancton y zooplancton, así como algunos organismos ligados al fondo, como pequeños crustáceos, pero no esperábamos ver organismos superiores como peces, decápodos y cefalópodos habitando ya en las oquedades formadas por la nueva lava del volcán submarino de la isla de El Hierro y además, en gran abundancia".
Además, la velocidad a la que la vida está volviendo a darse bajo las aguas es muy elevada, "más incluso que en condiciones normales", cuenta el investigador.

Fertilizante

"Esto es debido, principalmente, al propio volcán submarino de la isla de El Hierro, el cual, en un primer estadio aniquiló la flora y la fauna del ecosistema, pero en un segundo estadio, y cuando se restablecieron las fuertes anomalías físico-químicas de la zona, fertilizó la zona con una gran cantidad de nutrientes y hierro bio-asimilabre, indispensables para la regeneración del sistema", argumenta.
Estas investigaciones se encuentran bajo el proyecto VULCANO (Volcanic eruption at El Hierro Island. Sensitivity and Recovery of the Marine Ecosystem) cuya misión se basa en estudiar las condiciones físicas, geológicas, químicas y biológicas de la isla. De él también forma parte el investigador Fraile, cuyas próximas líneas de estudio se centran en analizar la fase de "desgasificación" (el volcán submarino expulsa CO2 al océano tras la erupción), y en cómo esto afecta de manera directa al ecosistema marino de la isla de El Hierro.

La proteína que hace fértil al semen encuentra a su diosa

  • Investigadores identifican en animales la molécula clave para la fecundación del óvulo

  • Si estuviera en óvulos humanos, podría ser útil en las parejas con problemas de fecundidad

  • Juno, como se denomina a la molécula, puede jugar un papel esencial en la anticoncepción

Recreación del momento previo a la unión de un espermatozoide con un...

En la ciencia básica también puede haber poesía. Si no, no se explicaría que un equipo de investigadores del Wellcome Trust Sanger Institute (Reino Unido) haya bautizado como Juno, en honor a la diosa romana de la fertilidad y el matrimonio, a un receptor presente en la membrana de los ovocitos de ratas hembras y que, según todos los indicios, también está en su equivalente humano.
No se trata de un receptor cualquiera. Este receptor de folato, cuyo nombre científico es Folr4, es el compañero perfecto de una proteína del semen esencial para la fertilidad, a la que sus descubridores dotaron también de un romántico nombre, Izumo 1 (un santuario japonés donde se contrae matrimonio). Y Juno, o el complemento perfecto de esta proteína de la fertilidad, llevaba nueve años eludiendo la mirilla del microscopio científico. Casi una década en la que investigadores de todo el mundo buscaban la clave de que esa proteína del semen tuviera tanto que decir en la reproducción.
Así, no es extraño que Paul Wassarman, profesor del Departamento de Biología del Desarrollo y Regenerativa del Mount Sinai Hospital (Nueva York), haya titulado 'La proteína del esperma encuentra su pareja' al editorial que acompaña la publicación del estudio donde se describe a Juno, aparecido en la última edición de la revista Nature.
Juno es una proteína, pero es la única a la que se adhiere Izuro1. El papel esencial de Izuro1 en la fertilización (el proceso por el que un espermatozoide y un ovocito se combinan para formar un cigoto que se convertirá en un ser vivo) se conocía desde 2005. Se sabía que aquellos ratones a los que les faltaba la proteína, a pesar de presentar un esperma de aspecto normal, eran incapaces de concebir. Se conocía también que Izumo1 era parte de una familia múltiple de proteínas cuyos miembros forman largos complejos dentro del esperma que podrían ser esenciales para la fusión entre ovocito y espermatozoide. Pero faltaba esa clave, ese receptor que era difícil de encontrar por estar situadas ambas proteínas en la membrana celular y por "las dificultades inherentes de trabajar con solo un pequeño número de ovocitos de mamífero", según escribe Wassarman.
Para hallarlo, los investigadores dirigidos por Gavin Wright utilizaron un complejo método desarrollado anteriormente en su laboratorio para detectar interacciones débiles entre proteínas adheridas a la membrana celular. Así, no solo descubrieron a Juno, sino que vieron que este receptor estaba presente en los ovocitos de ratones, comadrejas, cerdos y humanos.
Por esta razón, Wright afirma a EL MUNDO: "Consideramos que hay muchas posibilidades de que Juno funcione de la misma forma en humanos. En nuestro estudio demostramos (usando proteínas artificiales) que las Juno e Izumo1 pueden interactuar, por lo que es lógico que esto también suceda in vivo". Para demostrarlo del todo, no obstante, habría que secuenciar el gen que codifica a Juno en las mujeres infértiles para ver si es defectuoso, añade el investigador británico.
A pesar de enmarcarse en la ciencia básica, el hallazgo de Wright y sus colaboradores podría tener en el futuro importantes implicaciones clínicas. Así, señala el investigador, se ahorraría en tratamientos de infertilidad que en la actualidad no hay garantía de que funcionen. "Los ovocitos que no tienen a Juno en la superficie no pueden ser fertilizados por fecundación in vitro (FIV), pero sí utilizando ICSI [una forma más avanzada de FIV en la que se selecciona solo un espermatozoide]; con un simple test genético, se podría ahorrar a las mujeres gastos y dificultades a la hora de concebir", apunta.
Pero ayudar a la fertilidad no sería el único uso de este nuevo descubrimiento, que podría jugar un papel esencial en la anticoncepción. "Izumol1 ya ha demostrado ser un candidato ideal para el desarrollo de una vacuna anticonceptiva, por lo que es probable que la interacción de ambas proteínas provean a la ciencia de dianas adicionales para evitar la concepción", explica el autor del editorial.
Wright, sin embargo, se muestra algo más cauto y apunta más al uso de este hipotético método anticonceptivo como forma de regular la reproducción animal. "Nuestro descubrimiento podría ser especialmente útil para controlar poblaciones animales como perros y gatos o fauna salvaje, de forma más ética que los métodos quirúrgicos invasivos que se utilizan en la actualidad", comenta el científico.
Su equipo, según adelanta a este diario, desearía "ver estos resultados en aplicaciones del mundo real", pero también trabaja en la búsqueda de "otras interacciones entre esperma y ovocitos. "De ninguna manera creemos que tenemos todas las claves de este fascinante proceso", concluye.

Eclipse total lunar: y la Luna se tiñó de rojo

Los habitantes de Norteamérica, la costa Pacífica sudamericana, el Caribe y archipiélagos como Hawai han podido disfrutar esta noche de un eclipse total de Luna, que durante unas horas ha sido sustituida en el firmamento por una tenue luz rojiza.
En cambio, este fenómeno apenas se ha podido apreciar desde España, ya que la Luna entró en zona de penumbra a las 6.54 (a las 5.54 en Canarias) y llegó a la zona de sombras en torno a las nueve, una hora antes en el archipiélago.
Ha sido precisamente en estas islas donde mejor se ha apreciado el eclipse, aunque de todas formas ha pasado bastante inadvertido en nuestras longitudes. José Carlos del Toro, del Instituto de Astrofísica de Andalucía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), explicó que "estamos ante el primero de cuatro eclipses que se producirán en los próximos 365 días".
Destacó que "lo normal es que se den dos al año, aunque debido a las ligeras diferencias entre la órbita de la Tierra alrededor del Sol y la de la Luna en torno a la Tierra, a veces se producen estas variaciones", y avanzó que "el siguiente tendrá lugar el 8 de octubre".
Los eclipses de Luna son mucho más frecuentes que los de Sol y suceden cuando la Tierra se alinea entre su satélite y dicha estrella, de forma que la sombra del planeta interfiere con el reflejo de la Luna. En la antigüedad, su presencia se asociaba con un signo de malos augurios al teñir el cielo de rojo, fenómeno que en realidad se debe a la dispersión de la luz por las partículas de la atmósfera, un efecto óptico similar a los del amanecer o el atardecer.
Ante esta situación, un equipo de astrónomos del proyecto GLORIAha restransmitido en directo el espectáculo astronómico desde el enclave inca de Saksaywaman, un complejo amurallado en la periferia norte de la ciudad de Cusco (Perú). Durante la totalidad, los internautas han podido comprobar que la Luna no desaparece de la vista, sino que adquiere la tonalidad rojiza. Además, GLORIA también observará el evento desde la cumbre del Teide.