sábado, 22 de febrero de 2014

La estrella más antigua del Universo


Un cúmulo de estrellas antiguas en la Vía Láctea.

Big Bang, hace unos 13.800 millones de años. El Universo era un recién nacido extremadamente caliente y denso que comenzaba a expandirse después de la gran explosión que formó los primeros átomos. Pero a diferencia del Cosmos que conocemos hoy, los únicos elementos que había eran los más ligeros, el hidrógeno y el helio, los dos primeros de la tabla periódica de la Química. Pero eran suficientes para formar las primeras estrellas, aún gaseosas. Marea pensar que algún astro primigenio haya podido navegar en la inmensidad del tiempo astronómico para llegar a nuestros días tal y como se formaron instantes después del Big Bang. Pero así es. Un grupo de arqueólogos de estrellas, ha excavado los confines del Cosmos hasta encontrar un astro de hace más de 13.000 millones de años: la estrella más antigua del Universo.
Telescopio Sky Mapper. 
El telescopio Sky Mapper es único para buscar estrellas con bajo contenido de hierro
Todo parecía haberse esfumado bajo las llamas a principios de 2003. Aquel verano austral, un incendio forestal iniciado cerca de Canberra arrasó cinco telescopios del Observatorio del Monte Stromlo y con ellos el programa estrella que permitía a Australia soñar con convertirse en líder de la Astronomía mundial. Las pérdidas se cuantificaron en más de 20 millones de euros. Pero el daño científico trascendía lo económico. Sin embargo, tras la desolación de aquel aciago año, resurgieron nuevos programas y nuevos instrumentos. De hecho, el Sky Mapper, el telescopio que sustituyó al histórico y carbonizado Telescopio Gran Melbourne, ha sido la herramienta utilizada por los arqueólogos de estrellas -los astrofísicos dedicados a la búsqueda de astros primigenios- para localizar la estrella más antigua encontrada hasta la fecha.
El hallazgo ha supuesto un éxito rotundo, pero el reto intelectual que tienen ante sí estos excavadores de galaxias tiene unas implicaciones científicas mayúsculas. Tanto Stefan Keller, investigador del Observatorio del Monte Stromlo y autor principal de la investigación publicada en Nature, como sus colegas esperan poder estudiar a partir de esta estrella cómo era el Universo en los primeros instantes tras el Big Bang y cómo han evolucionado las estrellas y la materia hasta el Cosmos moderno.
Cuando una estrella estalla se comporta como una suerte de reactor nuclear capaz de fusionar átomos ligeros y formar elementos más pesados, como los metales que ocupan las filas -periodos- bajas de la tabla periódica. Estos nuevos átomos expulsados al medio estelar, al Universo, enriquecen poco a poco las estrellas ya formadas en sucesivas rondas de explosión estelar y formación de nuevos elementos. Así se creó en el Cosmos la materia que forma cada objeto, cada charco de agua y que da vida a cada organismo sobre la Tierra. Sin que la mayoría de los seres humanos reparen en ello, somos polvo de estrellas. Tomando palabras del astrónomo y brillante divulgador Carl Sagan, somos «la ceniza de la alquimia estelar que ha cobrado vida».A pesar de que las estrellas primigenias estaban formadas tan sólo por hidrógeno y helio, todos los elementos químicos son creados en las estrellas. En aquel Universo recién nacido, los astros eran nebulosas formadas por estos dos ingredientes (más trazas de litio, el tercer elemento de la tabla periódica), pero algunas de ellas llegaban a ser muy grandes, muy masivas. «Con una masa aproximada de ocho veces la del Sol, una estrella explota y se convierte en una supernova», explica Anna Frebel, investigadora delMassachusetts Institute of Technology(EEUU) y coautora del trabajo. «Las estrellas masivas, duran poco. Las pequeñas duran mucho tiempo», dice.

Protege el Alzheimer contra el cáncer?

  • Los pacientes con Alzheimer o Parkinson tienen hasta un 50% menos de riesgo de cáncer

Ilustración de un hombre sentado en un banco.

Aunque algunos estudios habían visto una menor incidencia de cáncer en pacientes con Alzheimer esquizofrenia, hasta ahora no había una explicación muy clara para este fenómeno. Una investigación española acaba de arrojar algo de luz a este fenómeno, bautizado como 'comorbilidad inversa'.
Publicado en la revista PLoS Genetics, el trabajo del Alfonso Valencia -investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas- sugiere que existen al menos un centenar de genes que provocan esa relación inversa entre el cáncer y ciertas enfermedades del sistema nervioso central (no sólo Alzheimer, también Parkison o esquizofrenia).
Para ahondar en esta paradoja, Valencia y su equipo cruzaron mediante análisis informáticos los datos de 1.700 inviduos procedentes de 30 estudios sobre diversas patologías neurodegenerativas y tres sobre cáncer de colon, pulmón y próstata. Los datos que arroja su análisis demuestran que existen 74 genes con poca actividad en patologías cerebrales pero muy activos en el caso del cáncer y, a la inversa, 19 genes muy activos en enfermedades del sistema nervioso y 'silenciados' en el caso del cáncer. "Nuestro estudio da soporte a una observación médica, pero habrá que seguir estudiando para comprender el porqué".
Como explica Valencia, son estos genes 'inversos' los que podrían explicar porqué los pacientes con Alzheimer, Parkinson o esquizofrenia tienen hasta un 50% menos de riesgo de cáncer, aunque la pregunta sigue siendo "por qué pasa". Por ejemplo, añade, "si un paciente con esquizofrenia, bien controlado con medicación, no desarrolla cáncer a la edad en la que esta enfermedad es más habitual, no podemos saber si es por una cuestión de sus genes o porque la medicación ha tenido algún efecto para reprimir ciertos genes implicados en la aparición de tumores".
Como apunta desde Córdoba Juan Carlos Rodríguez-Manzaneque, investigador del centro de genómica Genyo (situado en Granada), el trabajo carece de base experimental y no deja de ser un análisis informático. "La correlación que muestra [entre dichos genes] es muy clara, pero es un estudio de relación de datos que ahora habrá que demostrar con trabajos experimentales".
Entre los genes que han dado la cara al cruzar esos datos están PIN1, p53 o Wnt. "Es probable que al leer el trabajo y los genes de los que se trata, a algún investigador que esté estudiando con esos genes se le encienda una bombillita", bromea Rodríguez-Manzaneque.
Como sugiere también Valencia, es más que probable que el trabajo también dé lugar a estudios en los que se puedan probar nuevos usos de fármacos ya conocidos, como el bexaroteno, un antitumoral que en ratones ya ha demostrado propiedades contra el Alzheimer. O, a la inversa, para tratar de utilizar algún agente que actúe contra el Alzheimer en la lucha contra el cáncer. "El reposicionamiento de fármacos es una de las mayores posibilidades del estudio", concluye.

La heroica piragüista amputada

Es probable que nadie a quien amputan una pierna con 28 años se imagine preparando unos Juegos Olímpicos algunos años después. Pero Silvia Elvira no parece amedrentarse por los obstáculos que la vida le va poniendo en el camino. Diagnosticada de un cáncer en la pierna izquierda a los 18, amputada a los 28 y ahora, a sus 39, a punto de convertirse en la primera española en participar en una nueva modalidad de piragüismo adaptado en los Juegos Paralímpicos de Brasil.
La vida de Silvia era probablemente la de una chica corriente hasta que le diagnosticaron un tumor en el hueso, un osteosarcoma -habitual en jóvenes-. Ese diagnóstico dio comienzo a una segunda vida marcada por las sucesivas recaídas de un cáncer que tiende a reaparecer a menudo; una vida de hospitales que se convirtieron en la biblioteca donde Silvia preparó su carrera de Fisioterapia. El problema, como ella misma explica, es que cada recaída y cirugía posterior (para ir limpiando el hueso de enfermedad) iba mermando su calidad de vida. "Sólo caminaba con muletas y tenía mucho dolor".
Por eso cuando los médicos le anunciaron que era necesario amputarle la pierna por encima de la rodilla, Silvia lo vivió casi como "una liberación. Como si llevase años preparándome mentalmente para aquello". En esos 10 años contra el cáncer, Silvia había ido abandonando no sólo su trabajo sino también su pasión por el senderismo o las carreras de orientación. "Una chica que conocí en el hospital con el mismo tipo de cáncer que yo, Raquel, me dijo que ella practicaba kayak de mar, que debería probarlo. Estás sentada sin la prótesis y vas viendo paisajes, me decía".
Cuando se animó a probar y llamó a Raquel para hacerlo juntas descubrió que había fallecido, así que casi como un tributo a su amiga, Silvia comenzó a navegar. Picada por el gusanillo de la canoa, no tardó en participar en su primera competición, un campeonato mundial celebrado en Hungría y del que volvió con la medalla de plata colgada al cuello. "Ahí fue cuando me planteé, ¿qué hago?, ¿sigo?".
Y siguió. Siguió compitiendo y ampliando sus horizontes hasta poner el ojo en los próximos Juegos Paralímpicos de Brasil 2016, donde su disciplina, el paracanoe, será disciplina olímpica por primera vez. Y ella, si todo sigue el plan previsto, será la primera mujer española en participar en esta categoría. Su aventura, quiere subrayar, es posible gracias a la financiación privada que obtiene de su patrocinador, el fabricante de genéricos Accord, que colabora también con el videoblog en el que va narrando su aventura.
Ni el cáncer ni haber perdido una pierna le han impedido tampoco cumplir un sueño que tiene desde pequeña: ser madre. "Incluso cuando me compré mi primer coche de soltera lo elegí con cinco puertas porque sabía que quería tener hijos", cuenta. Sus gemelos de seis años -Oriol y Guillem- han crecido conviviendo con naturalidad con su discapacidad y ahora presumen incluso de su "mamá especial con una pierna robot"; una súper mamá que dejó atrás un cáncer para ponerse a navegar

sábado, 8 de febrero de 2014

Células reprogramadas de la piel logran curar la diabetes tipo 1 en ratones

A pesar de que de momento solo se ha podido demostrar en animales, la posibilidad de poder curar la diabetes tipo 1, la menos frecuente pero con muchas complicaciones, supone un paso enorme para la medicina regenerativa. La solución pasaría por reprogramar células de la piel para conventirlas en células pancreáticas productoras de insulina, un deseo buscado desde hace tiempo pero que ahora parece posible gracias a un equipo de investigadores del Instituto Gladstone, en EE.UU.
La diabetes tipo 1 se produce debido a que las células productoras de insulina –células beta-, localizadas en el páncreas, son incapaces de cumplir con su proceso, o lo hacen de forma ineficiente. Y la insulina es fundamental para que los órganos absorban el azúcar necesaria para que produzcan energía. Ello obliga a los pacientes a depender del tratamiento con insulina de por vida. Hasta ahora muchos investigadores han tratado de obtener células para suplir esta carencia, pero los resultados no han sido buenos.
Sin embargo la consolidación de la medicina regenerativa, de la terapia celular, etc. ha modificado el panorama en el tratamiento de la diabetes tipo 1. La posibilidad de reprogramar células o de obtener nuevas células que sean capaces de producir la insulina necesaria no es ya un mero deseo. En el trabajo que se publica en «Cell Stem Cell» los científicos hanlogrado producir las cantidades necesarias de células beta productoras de insulina para trasplantarlas a un paciente, algo que hasta ahora había sido imposible. «El poder de la medicina regenerativa es que nos puede proporcionar una fuente ilimitada de células beta productoras de insulina funcionales que pueden ser trasplantadas en el paciente», señala S. Ding, quien debido a que intentos anteriores no había logrado éxito propuso un enfoque «algo diferente».
Uno de los principales desafíos para la generación de grandes cantidades de células beta es que tienen una limitada capacidad regenerativa; es decir, vez que maduran es difícil hacer más. Así que los investigadores decidieron retroceder un poco más en el ciclo celular. Primero obtuvieron células de la piel, llamadas fibroblastos, de ratones de laboratorio. A continuación, mediante el tratamiento de los fibroblastos con un «cóctel» de moléculas y factores de reprogramación, transformaron las células en células similares a las del endodermo, un tipo de célula que se encuentra en una fase embrionaria inicial, y que maduran generando los principales órganos, incluyendo el páncreas.fase muy embrionaria, retrocede solo un poco en el desarrollo embrionario pero, al mismo tiempo que las células se reprograman, se inicia la diferenciación. Al hacerlo todo a la vez -reprogramar y diferenciarse-, el sistema es más eficiente». Y, además, es la primera vez que ésto se hace en páncreas, aunque se había logrado en células cardíacas.

domingo, 2 de febrero de 2014

Ultramaratón, más allá del límite

"Es difícil explicar lo que sientes con esto, por qué lo haces. Estás tú solo contigo mismo, con una sensación de desconexión total, pero al mismo tiempo con la máxima conexión". Así explica el periodista Valentí Sanjuan sus sensaciones después de 'engancharse' hace nueve meses a las carreras extremas, como el Ultraman del Reino Unido, donde completó -en segunda posición- 10 kilómetros nadando y 145 de bicicleta en un día, 275 pedaleando el segundo, para acabar corriendo el tercero 84 kilómetros (dos maratones).
Cada vez hay más deportistas amateur que se animan a participar en competiciones de larga distancia, como los ultramaratones -con una distancia mayor a los 42 kilómetros del maratón tradicional- o las carreras tipo ironman que multiplican horas de carrera a pie, a nado y con bicicleta más allá del triatlón convencional. Sin embargo, no ha sido hasta hace poco cuando la ciencia ha comenzado a prestarles atención a estos eventos para conocer los efectos del deporte extremo en la salud.
El ejemplo más reciente de la atención científica por el deporte extremo es el estudio ULTRA que publicaba hace unos días la revistaPLoS One Martin Hoffman (del departamento de Veteranos del Davis Medical Center de California) y Eswar Krishnan (de la Universidad de Stanford, también en California, EEUU) han entrevistado a 1.200 atletas que habían participado al menos en una carrera de más de 50 kilómetros alguna vez en su vida. Su intención es seguirles durante 20 años para poder ver los efectos a largo plazo de actividades físicas tan extenuantes.
"Sabemos que el ejercicio es muy importante, y que reduce significativamente los riesgos de enfermedad cardiaca y diabetes, o que mejora el sistema inmune y los estados de ánimo", explica a este periódico el doctor Brian Krabak, especialista de la Universidad de Washington y corredor de ultramaratones (carreras con una distancia superior a los 42 kilómetros del maratón). "Lo que necesitamos averiguar todavía son las consecuencias a largo plazo de correr largas distancias. Este estudio es el inicio de un amplio seguimiento que nos dirá qué les ocurre a estos atletas con el paso del tiempo".
Un hombre camina por el desierto

Cuando él nos convenció de que somos los mejores


«Nene, ¿tú crees que estás preparado para ser el capitán?». «Yo pienso que sí, míster, yo pienso que sí», le contesté. Y me quedé dándole vueltas a la cabeza. Luis Aragonés me había entregado una misión y una responsabilidad que marcarían mi carrera como futbolista. Aquel personaje tan especial fue y será siempre nuestroAbuelo, el Abuelo entrañable de la selección. Así le llamábamos todos los jugadores de aquel grupo que bajo su dirección inició y culminó una de las aventuras más fascinantes en la historia del fútbol contemporáneo.
Han pasado sólo unas horas de su muerte, pero yo aún sigo viéndole gesticular al fondo del salón comedor, durante nuestras concentraciones. Y sigo escuchándole en aquellas charlas previas a los partidos: su convicción, cómo transmitía deseo. Y sigo mirándole desde la portería, y él me guiña un ojo. O no. Que se haya ido sin prácticamente aviso previo creo que ha sido su último gesto de genialidad: ayer no estábamos preparados y hemos recuperado de golpe los sonidos de una carrera que siempre quedará marcada por la Eurocopa de 2008, aquellos días en los que todos los españoles fuimos tan intensos, atrevidos y orgullosos gracias a un equipo de fútbol.
Miro hacia atrás y se me hace un nudo en la garganta al recuperar aquellos maravillosos momentos, momentos íntimos, de vestuario. ElAbuelo se ha ido y me queda la tranquilidad de no tener una sola pregunta pendiente para él. Porque Luis era transparente, y todo lo que nos tuvo que decir nos lo dijo. A su manera, pero nos lo dijo. Y todo lo que le tuvimos que preguntar se lo preguntamos. No rehuía el contacto con el jugador; conocía muy bien al jugador.Fue él el primero y el que más seguro estuvo siempre de nosotros y de nuestro potencial. Fue él el que nos convenció de tal manera que nos llegamos a creer invencibles durante aquel torneo que señaló el futuro. «Mírenme. No hemos venido a perder. Nos han dado por todos los lados y aquí estamos. Y si estamos es para ganar. Ustedes son un equipo cojonudo y la gente lo tiene que saber de verdad. Y la verdad es para los que ganan».
Es seguro que Luis cambió el destino del fútbol español, pero yo pienso que su legado fue mucho más profundo: nos cambió un poquito a todos, a cada uno de nosotros. De todos nosotros. Junto a él abrí la puerta de aquel avión que nos trajo de Austria, con la Eurocopa en los brazos, y junto a él agarré aquel maravilloso trofeo para mostrarlo con orgullo mirando a los ojos de nuestra afición, a los ojos de todos ustedes. Como capitán del Real Madrid y de la selección española, me pongo hoy, de nuevo, en pie para hacer una reverencia final por él. Por habernos hecho más fuertes. Por convencernos.