martes, 19 de noviembre de 2013

Así gestiona un hospital su basura

Un hospital puede producir al año cientos de toneladas de residuos inorgánicos (como papel o vidrio) y restos biológicos, algunos de ellos peligrosos para el medio ambiente. La falta de un circuito limpio para deshacerse adecuadamente de los restos biológicos de las cirugías o de compuestos tóxicos como la quimioterapia puede provocar problemas como el que denuncian los sindicatos en el Hospital La Fe de Valencia.
La recogida selectiva de los residuos desde las propias plantas o el correcto reciclaje final (en algunos casos en incineradoras especiales fuera de España) es clave para una buena gestión medioambiental. Como ejemplo de esa gestión, EL MUNDO visita el Hospital Universitario La Paz de Madrid, donde se ha implantado un sistema de gestión ambiental reconocido desde 2008 con el certificado internacional ISO.
No sólo plásticos, papel o equipos electrónicos viejos, un hospital es una enorme máquina de generar residuos biológicos y algunos de ellos tóxicos o contaminantes. Desde los medicamentos quimioterápicos (altamente contaminantes) hasta los residuos de pacientes que pueden seguir siendo contagiosos (como la tuberculosis) o los metales pesados como el plomo y el mercurio... cada uno de ellos tiene su destino final en un Punto Limpio situado a las afueras del hospital.
Mediante una serie de circuitos bien establecidos, lo residuos de todo el hospital empiezan su viaje en las plantas para acabar en esta zona donde se clasifican y almacenan por un lado cartones, vidrios y otras sustancias orgánicas, separadas de residuos biosanitarios (clasificados en función de su grado de peligrosidad).
Este sistema no es baladí si se tiene en cuenta que un centro de estas características (con una población de unas 8.000 personas) puede llegar a producir al año 33 toneladas de envases, 77 de papel, 244 de cartón y 186 de vidrio.

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