Becas erasmus

Me quedo en Dinamarca hasta que acabe la carrera aunque sea fregando urinarios”

Son más de una treintena de jóvenes que no han cumplido los 30. Casi todos están ya en algún país europeo, como becarios Erasmus

En sus cartas enviadas a EL PAÍS cuentan que no dan crédito al anuncio del Gobierno. Y hablan de "engaño" e "injusticia"

Estudiantes de Erasmus a las puertas de la facultad de la Universidad de Roma. / RUBÉN CARAMAZANA (EFE)

Casi están ya en algún país europeo, como becarios Erasmus. Sus testimonios reflejan que no dan crédito al anuncio del Gobierno de la eliminación de su beca. Cada cual tiene una historia que contar, desde la de un enorme esfuerzo personal con sus padres en paro hasta la de llevar dos años trabajando para poder marcharse; la de vivir con lo justo, desmitificando la creencia de que es un año de fiesta para los estudiantes, o la del que se ha marchado para tener la oportunidad de estudiar la especialidad que realmente le gusta.

Éstos son sus testimonios enviados a EL PAÍS

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Estudiante en Bruselas (Bélgica)

Víctor. “Contaba con ese dinero para los gastos mínimos”

Yo estoy en Bruselas y esta noticia ha sido como un jarro de agua fría. Contaba con ese dinero para los gastos mínimos. Pero de la nada se ha esfumado. Sí, es injusto, pero lo es aún más cuando otras “Erasmus” que recibieron la beca del MEC el curso anterior si van a tener esta ayuda. Yo, ni el año pasado ni este año. Y como yo hay muchos más. Menos mal que he encontrado trabajo en un Hotel como “pinche” de cocina.

PD: el total de lo que voy a recibir por parte de Europa es 375€, dividido entre cinco meses sale a 75€/mes. Ya me diréis qué hago con “eso" si tan solo la residencia cuesta 352€/mes.

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Southampton (Reino Unido)

Javier. “Tendré que buscar un trabajo y compaginarlo con mis estudios”

Mi nombre es Javier, estudiante de último curso de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid; curso que estoy haciendo de Erasmus en Southampton (Reino Unido)

La noticia que conocemos hoy supone un nuevo y vergonzoso recorte en educación. La Comunidad de Madrid ya suprimió hace años la aportación Erasmus (frente a Cataluña, Galicia o Andalucía, que dan del orden de 200 euros/mes), a la vez que ha ido incrementando las tasas universitarias DE PRIMERA MATRICULA un 67% en cuatro años (18,66 euros/ECTS en Sept de 2009 a 33,1 euros/ECTS en Sept de 2013 en mi universidad).

La sinvergonzonería de estos señores llega a su extremo cuando te enteras de que eliminan la aportación del Ministerio a las becas Erasmus, incluso a los que ya estamos fuera de España, sin esperar tan si quiera a aplicarla en el curso 2014/2015 y sin ofrecer alternativas.

Llevo desde el 18 de septiembre de Erasmus, pago 320 libras al mes (unos 380 euros) por el alojamiento, a lo que hay que sumarle comidas y el coste diario de vivir aquí, sustancialmente mayor que en España. Cuando solicité la plaza Erasmus se nos dijo que recibiríamos una aportación de la Comisión Europea (115 euros) y una aportación del Ministerio, aún por precisar, pero de unos 180 euros (muy recortada en los últimos años), en ningún caso 0 euros. Contaba con ese importe para sufragar gran parte del gasto por alojamiento.

Tras esto, mis padres tendrán que correr con todos los gastos, o tendré que buscar un trabajo y compaginarlo con mis estudios, aspecto con el que no contaba en absoluto.

Esta beca que han eliminado supone en muchos casos la diferencia entre poder continuar de Erasmus o tener que regresar a España, un país sin futuro a corto plazo.

En definitiva, me siento engañado y traicionado por el gobierno de mi país, ese gobierno que no duda en autoproclamarse patriota y salvador de España, país que están convirtiendo en un territorio sin salidas y sin salida. Un territorio con dinero para salvar bancos, autopistas de peaje, aeropuertos fantasma, toros, educación segregadora, juegos olímpicos, pero no tiene dinero para salvar a las comarcas mineras, para profesores, para dependencia, para sanidad...o eso nos quieren hacer creer, porque si esto no son recortes ideológicos, que baje ese Dios que tanto mencionan y lo vea.